Estilo personal... ¿Con qué se come?


Es increíble como muchos clientes llegan a la primer sesión de coaching asegurando “no tener estilo”. Todos y todas tenemos estilo, a lo mejor no lo tenemos muy definido o muy desarrollado, pero es un hecho que ahí está.


El estilo es una extensión de tu personalidad, es la manera en la que expresas qué te gusta, cómo te sientes y qué quieres lograr. Por ejemplo, cuando vas al trabajo quieres ser percibido como alguien profesional, por lo que probablemente te vistes formal. De lo contrario, cuando vas a una reunión social, quieres ser percibido como alguien ameno, amigable y por lo tanto no te vistes tan formal sino más casual. Y todo lo anterior aderezado con tu gusto personal, el estado de animo, el uso del color, entre otros elementos que van a ir dándole forma a tu imagen. 


De tal manera, que cada vez que nos arreglamos, estamos expresando (sin hablar) mucho de lo que somos, por eso se dice que nuestra imagen se convierte en parte del lenguaje no verbal.

En asesoría de imagen usamos una clasificación de 7 estilos universales y todos cabemos en uno de estos:

  • Estilo natural: Looks cómodos, relajados, casuales. La fortaleza es que transmite ser muy amigable. El riesgo es caer en la facha, o como digo yo “la infamia” 🤣
  • Estilo romántico: Muy detallista, gusta de los accesorios y de usar tendencias. Su fortaleza es que tiene una imagen juvenil y amable. Su riesgo es caer en la cursilería.


  • Estilo tradicional: Ropa atemporal y clásica, por lo general formal. Su fortaleza es que transmite madurez. El riesgo es que puede llegar a verse pasado de moda.


  • Estilo Seductor: Es una persona muy segura de sí misma que por lo mismo, gusta de los looks sexys y atrevidos. Obviamente que esa gran seguridad es la carta fuerte de éste estilo y el riesgo es en caer en la vulgaridad.

  • Estilo Creativo: Looks de espíritu libre, siempre busca expresarse mediante sus outfits y tener una imagen muy independiente más allá de las tendencias. Su fuerte es esa originalidad y su flanco débil es que puede caer en lo ridículo.

  • Estilo Dramático: Busca tener una imagen imponente, perfectamente producida y con las últimas tendencias. Su fortaleza es que impacta por su estilo y su debilidad es que puede alejar a las personas.

  • Estilo Elegante: Busca calidad y no cantidad, más que tendencias le interesa que su look se vea de alto status. La fortaleza es precisamente su distinción y su debilidad, es que puede llegar a percibirse como alguien presumido.

     Es probable que nuestro estilo no se limite a sólo uno de los anteriores y que seamos una combinación de varios. Es importante ubicar aquél que está más conectado con tu esencia y usar el resto como acentos según lo requiera la ocasión.

    Obviamente no por ser alguien de estilo natural, significa que vas a renunciar por siempre a verte seductor, o romántico en alguna ocasión, si así lo quisieras.

    Más bien, se recomienda que te rijas sólo por uno o a lo mucho por una combinación de hasta tres estilos, para darle a tu imagen el impulso y la identidad que necesita de manera que tengas una marca personal sólida.

    Aquí es cuando el coaching de imagen puede ayudarte a encontrar ese match entre el estilo que más te representa y la manera de incorporar esos acentos  que harán de tu imagen una poderosa herramienta para lograr objetivos.✨


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